1 año: El papel, compuesto básicamente por celulosa, no le da mayores problemas a la naturaleza para integrar sus componentes al suelo.
5 años: Un trozo de chicle masticado se convierte en ese tiempo, por acción del oxígeno, en un material duro que luego empieza a resquebrajarse hasta desaparecer
10 años: Ese es el tiempo que tarda la naturaleza en transformar una lata de gaseosa o de cerveza al estado de óxido de hierro
10 años: Los vasos descartables de polipropileno contaminan menos que los de poliestireno -material de las cajitas de huevos.
30 años: Los envases tetra-brik no son tan tóxicos como uno imagina.
30 años: Lacas y espumas son algunos de los elementos más polémicos de los desechos domiciliarios.
30 años: La aleación metálica que forma las tapitas de botellas puede parecer candidata a una degradación rápida porque tiene poco espesor.
100 años: De acero y plástico, los encendedores descartarles se toman su tiempo para convertirse en otra cosa.
100 a 1.000 años: Las botellas de plástico son las más rebeldes a la hora de transformarse. Al aire libre pierden su tonicidad, se fragmentan y se dispersan.
Más de 100 años: Los corchos de plástico están hechos de polipropileno, el mismo material de las pajitas y envases de yogurt.
150 años: Las bolsas de plástico, por causa de su mínimo espesor, pueden transformarse más rápido que una botella de ese material.
200 años: Las zapatillas están compuestas por cuero, tela, goma y, en algunos casos, espumas sintéticas.
300 años: La mayoría de las muñecas articuladas son de plástico, de los que más tardan en desintegrarse.
Más de 1.000 años: Tiempo que tardan en desaparecer las pilas.
4.000 años: La botella de vidrio, en cualquiera de sus formatos, es un objeto muy resistente.
5 años: Un trozo de chicle masticado se convierte en ese tiempo, por acción del oxígeno, en un material duro que luego empieza a resquebrajarse hasta desaparecer
10 años: Ese es el tiempo que tarda la naturaleza en transformar una lata de gaseosa o de cerveza al estado de óxido de hierro
10 años: Los vasos descartables de polipropileno contaminan menos que los de poliestireno -material de las cajitas de huevos.
30 años: Los envases tetra-brik no son tan tóxicos como uno imagina.
30 años: Lacas y espumas son algunos de los elementos más polémicos de los desechos domiciliarios.
30 años: La aleación metálica que forma las tapitas de botellas puede parecer candidata a una degradación rápida porque tiene poco espesor.
100 años: De acero y plástico, los encendedores descartarles se toman su tiempo para convertirse en otra cosa.
100 a 1.000 años: Las botellas de plástico son las más rebeldes a la hora de transformarse. Al aire libre pierden su tonicidad, se fragmentan y se dispersan.
Más de 100 años: Los corchos de plástico están hechos de polipropileno, el mismo material de las pajitas y envases de yogurt.
150 años: Las bolsas de plástico, por causa de su mínimo espesor, pueden transformarse más rápido que una botella de ese material.
200 años: Las zapatillas están compuestas por cuero, tela, goma y, en algunos casos, espumas sintéticas.
300 años: La mayoría de las muñecas articuladas son de plástico, de los que más tardan en desintegrarse.
Más de 1.000 años: Tiempo que tardan en desaparecer las pilas.
4.000 años: La botella de vidrio, en cualquiera de sus formatos, es un objeto muy resistente.
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